Puedes congelar el tiramisú, como cualquier otro plato. No será lo mismo después de descongelarlo y recalentarlo, pero seguirá sabiendo bien. De hecho, puede que incluso descubra más sabores ocultos cuando lo descongele de nuevo para una segunda ración. El truco está en hacerlo bien para que el producto final sea lo más seguro y delicioso posible. Siga leyendo para saber cómo congelar el tiramisú y poder disfrutar de un trocito a la vez durante todo el año.
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Descongelar antes de congelar
Una buena regla general para congelar cualquier alimento es descongelarlo siempre antes de congelarlo. Esto puede parecer obvio, pero es fácil dejarse llevar por el acto de congelar y olvidar que todos los alimentos que hay dentro siguen estando crudos. Cuanto más tiempo permanezca el alimento congelado y a baja temperatura, más se degradará su textura y sabor. Si congelas el tiramisú crudo, acabarás con un postre blando y demasiado aguado cuando se descongele, y nadie quiere eso. Si descongelas bien el tiramisú antes de congelarlo, darás a los ingredientes la oportunidad de calentarse y cocinarse mientras se descongelan, por lo que el producto final seguirá siendo seguro y delicioso una vez que se haya descongelado por completo.
Cómo congelar el tiramisú
Como cualquier otro alimento, el tiramisú debe estar bien envuelto y sellado antes de meterlo en el congelador. De lo contrario, sufrirá quemaduras por congelación, un tipo de deterioro causado por la deshidratación del contenido de agua de los alimentos. Como el tiramisú es un postre en capas, puedes congelarlo en porciones individuales en pequeños vasos de plástico reutilizables, o en platos más grandes con un poco de papel de plástico presionado contra la superficie para mantenerlo fresco. Si se congelan porciones individuales, se puede transferir el tiramisú directamente al congelador una vez que se haya helado, o se puede envolver cada porción firmemente en papel de aluminio o film transparente, y luego congelarlo. Para esta última opción, es mejor dejar la fuente en el frigorífico durante toda la noche para que el tiramisú de dentro tenga tiempo de alcanzar la temperatura ambiente antes de congelarlo. Por otro lado, si va a congelar el tiramisú en una fuente más grande, puede rellenarla y congelarla tal cual.
Cómo conservar el tiramisú en el congelador
Mientras el tiramisú esté congelado, puedes guardarlo en cualquier bolsa de congelación o recipiente de plástico lo suficientemente grande como para que quepa una ración entera, o varias raciones más pequeñas. Etiquete la bolsa o el recipiente con la fecha y el nombre del plato, y considere la posibilidad de añadir un papel con las instrucciones especiales para la descongelación y el recalentamiento. Por ejemplo, si el tiramisú está congelado en una fuente de horno, puedes descongelarlo en la nevera durante la noche y hornearlo por la mañana. También puede descongelar el tiramisú en la nevera, pasarlo a una fuente de horno y dejarlo en la nevera para que se enfríe y se endurezca durante una hora más. A partir de ahí, puede hornear el tiramisú a 350 °F hasta que esté caliente en el centro y los bordes estén dorados.
Consejos para congelar el tiramisú de forma segura
- Aunque el tiramisú es un postre tipo pastel, se congela bien, siempre que te asegures de sellarlo bien y descongeles el tiramisú completamente antes de volver a hornearlo.
- Si el tiramisú tiene una gran cantidad de crema o nata montada en la superficie, puede cubrirlo con papel de plástico o de aluminio antes de congelarlo. También puede poner el tiramisú en un recipiente con tapa o sellarlo en una bolsa de congelación sin aire. Esto evitará que se formen cristales de hielo en la superficie del tiramisú, lo que hará que se empapen al descongelarlo.
- Puede congelar el tiramisú sin hielo o con hielo, pero es mejor dejar que las capas se descongelen ligeramente antes de volver a congelarlas. Si congela el tiramisú con hielo, puede dejar que se descongele durante unas horas antes de volver a congelarlo.
Palabras finales
El tiramisú se puede congelar, pero no se congela bien si tiene una cobertura cremosa. Si quieres congelar el tiramisú, es mejor que hagas el pastel sin la cobertura de crema, o que utilices una cobertura que pueda congelarse, como una cobertura de migas (ver el enlace más abajo). Si te gusta la versión clásica, puedes congelarla igualmente. Sólo asegúrate de sellarlo bien, para que no entre aire, y descongélalo completamente antes de servirlo.